El calentamiento global es uno de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo. El aumento continuo de las temperaturas globales, causado principalmente por las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero, está provocando cambios drásticos en los patrones climáticos. Estos cambios no solo afectan a los ecosistemas y la biodiversidad, sino que también tienen un impacto significativo en nuestras vidas diarias, desde la agricultura hasta la economía y la salud pública. Si no actuamos ahora, las consecuencias serán cada vez más graves y difíciles de revertir.
Ante esta crisis, es fundamental tomar medidas para reducir las actividades que generan CO2. Adoptar tecnologías más limpias, mejorar la eficiencia energética y cambiar nuestros hábitos de consumo son pasos esenciales. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, alcanzar una reducción total de las emisiones es prácticamente imposible. Siempre habrá actividades y procesos que generen cierta cantidad de CO2, lo que nos obliga a buscar soluciones adicionales para mitigar su impacto.
Aquí es donde aparecen los llamados Bonos de Carbono, que son un mecanismo a través del cual una empresa que genera emisiones de carbono puede invertir en otra que, por el contrario, está ayudando a reducir las emisiones globales o directamente eliminando CO2 del planeta. En la práctica, las empresas que pueden emitir estos bonos son aquellas que generan energía limpia, plantan árboles o en general ayudan a reducir el problema del calentamiento global. Un bono de carbono consumido logra la compensación de una tonelada de CO2 emitida.
Si bien los bonos de carbono son un mecanismo excelente para compensar las emisiones, existen dos problemas fundamentales a tener en cuenta. El primero es la calidad de dichos bonos, es decir, garantizar que efectivamente las empresas que los emiten están cumpliendo con su promesa de una forma real y verificable, mientras que el segundo es lograr un acceso simple y eficiente a dichos bonos, particularmente cuando se quieren neutralizar las emisiones de ciertas acciones o productos en particular.
Greenit es una plataforma tecnológica que permite emitir certificados para cualquier actividad, producto, empresa o individuo, resolviendo específicamente los dos problemas descritos previamente.
En primer lugar, Greenit utiliza solamente bonos de carbono con los más altos estándares de calidad reconocidos globalmente y que garantizan que las empresas que los emiten han sido sometidas a auditorías técnicas específicas para validar su modelo de compensación. En particular, todos los bonos utilizados cumplen con el principio de la adicionalidad, lo cual quiere decir que las reducciones o eliminación del CO2 no hubieran ocurrido si no se hubieran emitido los bonos. Cada certificado emitido por Greenit lleva un link donde puede verificarse por parte de cualquier usuario cuáles fueron los bonos de carbono retirados al emitirlo.
En segundo lugar, nuestra plataforma opera como un punto de entrada al mercado de los bonos de carbono, permitiendo a cualquier organización o individuo acceder a bonos en forma sencilla. Adicionalmente, la posibilidad de fraccionar los bonos permite que cualquier producto o actividad sea compensada independientemente de su tamaño, pudiendose emitir certificados, por ejemplo, para un edificio, un televisor, una prenda de ropa o un viaje en cualquier medio de transporte. Esta flexibilidad es el centro de nuestra visión, queriendo abrir de par en par las puertas a la utilización de bonos de carbono y así generar una mayor inversión global en los proyectos que los emiten.